El objetivo fue evolucionar la marca existente sin romper con su esencia, mejorando aspectos técnicos del logotipo y adaptándolo a un entorno más actual y digital. La propuesta consistió en modernizar el símbolo y apostar por un diseño más limpio y vibrante.

Se revisó el uso del color naranja, potenciando su vitalidad para aportar frescura y coherencia visual en entornos digitales. Esta actualización ayudó a reforzar la identidad de marca, haciéndola más relevante y contemporánea.

La transformación se centró en crear un wordmark —un logotipo exclusivamente tipográfico— partiendo de la versión anterior. Se buscó una morfología más fluida y curvada, destacando una “F” icónica que sirve como elemento distintivo y reconocible de la marca. 

* Proyecto realizado en Firma - Branding & Innovation Agency, con el equipo de diseño gráfico, Claudia Murillo, Elena Fuentes, Varvara Godovikova y Arnau de Pablo